Si Tocan a Una... ¡Marchamos Todas! Por Andrea María Guzmán Mauleón * Sin lugar a duda, la conmemoración… Es la temporada de impuestos: 3 maneras en que los profesionales pueden ayudarlo a ahorrar este año… Los mejores vehículos eléctricos de lujo del 2024 Por Enrique Kogan  Los expertos en automoción del sitio Rerev han elaborado… La Infancia en Migración Continúa en Riesgo Por Mtro. Cristian Quintanar Castro * Uno se imaginaría que los años… Oklahoma Opry inicia la temporada de espectáculos de 2024 Oklahoma City - Después de una pausa de tres meses, el Oklahoma…

Y REGRESO LA FELICIDAD CUANDO PARE DE TOMAR ALGUIEN A QUIéN LLAMAREMOS GILBERTO

Soy de Guanajuato México y radico en Estados Unidos.
Mi primera borrachera fue alrededor de los 15 o 16 años de edad, siendo yo un adolescente muy serio, muy callado, mi timidez rayaba en el miedo, miedo a hablar, miedo a salir a la calle, miedo a ir a fiestas y bailar, miedo a platicar con las muchachas, miedo a todo… no podía expresar mis emociones.
Cuando por primera vez unos conocidos del barrio me vieron entrar a una tienda de allá de México y me preguntaron Quieres una cerveza? Y solo dije sí, me la tome y luego otra… quiero decirles que el sabor no me gusto sabia horrible, pero a la tercer cerveza, sentí algo dentro de mí, me sentía a gusto conmigo mismo, empecé a platicar, a contar chistes, a bromear a reír y esas personas que me invitaron esa vez estaban contentos por mis acciones, sentía confianza y seguridad la bebida me había transformado…….. En esa ocasión bebí demasiado no pude controlar mis tragos, después de un tiempo me invitaban a las bodas, quince años seguía bebiendo con exceso y salía hasta las chanclas de borracho, me di cuenta que no era normal mi manera de beber, nunca pude controlar el alcohol que ingería, al siguiente día después de la parranda sentía esa resaca (la cruda), dolor de cabeza tremendo, mucha sed, atontado y decía que no volvería a tomar de esa manera, y debo decir que también sufría otro tipo de resaca , la resaca emocional, los sentimientos de culpa, porque siempre me arrepentía después de haber bebido de esa manera descontrolada, porque hacia cosas y decía cosas que en mis cinco sentidos no las hubiera hecho ni dicho.
Después de un tiempo bebía y ya no sentía la misma felicidad que me daba el alcohol como al principio, no podía ser feliz con y sin alcohol.
Un día me topé con un artículo como el que estás leyendo en este momento era de Alcohólicos Anónimos una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza. Ellos tenían algo, algo que yo necesitaba GANAS DE VIVIR me dijeron solo queremos que tengas la misma oportunidad que tuvimos nosotros, ahora soy un hombre feliz, alegre y libre.

GRUPO LATINO| 3446 SW 29th St. OKC 73119
Sesiona todos los días 8:00 a 9:30 pm
(405) 314-7501 • (405)882-2794 • (405)481-6036 • HOT LINE (405)772-0184

Comentar con Facebook

Comentar

Los campos obligatorios estan marcados con *

0 Comentarios

Noticias Relacionadas

Compartir