Proyecto de ley en competencia en tarifas de tarjetas de crédito ahorraría miles de millones a consumidores

Washington, D.C. – Muchos consumidores no se dan cuenta de que cada vez que deslizan su tarjeta de crédito, para pagar un bien o servicio, el dueño del negocio tiene que pagar un porcentaje adicional de la factura total para enrutar la transacción. Desafortunadamente, debido a un duopolio en el sistema de procesamiento de tarjetas de crédito, las tarifas se han salido de control, perjudicando a los propietarios de negocios y consumidores en todo el país que no tienen más remedio que pagar. La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito bipartidista y bicameral de 2023, presentada esta semana por los senadores Dick Durbin (D-IL) y Roger Marshall (R-KS) y los representantes Lance Gooden (R-TX) y Zoe Lofgren (D-CA) inyectaría competencia en este proceso al prohibir que los emisores de tarjetas obliguen a los restaurantes y consumidores a usar la red de procesamiento del emisor. Este cambio reduciría los costos de procesamiento tanto para los operadores como para los comensales, ahorrando a las empresas y consumidores estadounidenses un estimado de $ 11 mil millones al año.

 "Las tarifas de deslizamiento son uno de los costos más caros que los operadores de restaurantes tienen que manejar, detrás de los costos de alimentos y mano de obra, y poder aceptar tarjetas de crédito es esencial para administrar un restaurante", dijo Sean Kennedy, vicepresidente ejecutivo de Asuntos Públicos de la Asociación Nacional de Restaurantes.

 "La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito permitiría a los propietarios de restaurantes elegir la red más rentable y segura para enrutar una transacción con tarjeta de crédito. El impacto de esto sería significativo: ahorraría a los operadores de restaurantes y consumidores miles de millones de dólares al año". Las dos compañías dominantes de tarjetas de crédito representan más del 80% de todas las transacciones con tarjeta de crédito en los Estados Unidos y esas transacciones solo se pueden procesar en su red. 

Esto significa que los restaurantes que desean aceptar estas tarjetas de crédito no tienen más remedio que pagar la tarifa de procesamiento establecida por estas compañías. La falta de competencia significa que estas dos compañías pueden fijar efectivamente el precio de cuánto cuesta a los restaurantes administrar una tarjeta de crédito. En la última década, el costo de estas tarifas se ha más que duplicado, sin control por la competencia del mercado.

 La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito: Requeriría que las tarjetas de crédito emitidas por los bancos más grandes del país, aquellos con más de $ 100 mil millones en activos, puedan enrutarse a través de al menos dos redes no afiliadas. Exigir que esos bancos ofrezcan una opción de red no dominante, creando competencia y permitiendo que las empresas más pequeñas compitan en el mercado de procesamiento de tarjetas de crédito. 

Este requisito de "doble enrutamiento" ya existe para las tarjetas de débito y ha ahorrado a las empresas y consumidores un estimado de $ 9 mil millones al año durante la última década. El proyecto de ley también fortalece la seguridad nacional al bloquear las redes que son "propiedad, operadas o patrocinadas por una entidad estatal extranjera", como China Union Pay, para que no ingresen al mercado de tarjetas de crédito de los Estados Unidos.