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Padres deportados de EEUU pueden perder custodia de hijos

Padres deportados de EEUU pueden perder custodia de hijos

San Salvador.-Mientras los deportados eran llevados del avión a la humeante pista del aeropuerto de San Salvador, una angustiada Araceli Ramos Bonilla estalló en lágrimas con una mueca de dolor en su rostro: “¡Mi hija me la están robando!” 

Habían pasado 10 semanas desde la última vez que Ramos tuvo en brazos a su hija de dos años, Alexa. Diez semanas desde que fuera arrestada cruzando la frontera de Estados Unidos en Texas y desde que las autoridades de inmigración se llevaron a la pequeña y le dijeron que no volvería a verla nunca. 

Lo que vino después — una familia de crianza logró inicialmente la custodia total de Alexa — revela lo que podría ocurrir con algunos de los bebés, niños y adolescentes separados de sus familias en la frontera a principios de este año en base a una política del gobierno de Donald Trump. La iniciativa “tolerancia cero” terminó en junio, pero cientos de menores siguen detenidos, en albergues o en hogares de acogida y funcionarios estadounidenses apuntan que más de 200 no son candidatos a la reunificación o a la liberación.

Las autoridades federales insisten en que están reuniendo familias y seguirán haciéndolo. Pero una investigación de The Associated Press basada en cientos de documentos judiciales, registros migratorios y entrevistas tanto en Estados Unidos como en Centroamérica destapó agujeros en el sistema que permiten que jueces estatales otorguen la custodia de niños migrantes a familias estadounidenses sin notificar a los padres.

A día de hoy, con cientos de madres y padres deportados a miles de kilómetros (millas) de distancia, el riesgo ha crecido de forma exponencial.

El caso Alexa comenzó en noviembre de 2015, bajo el gobierno del expresidente Barack Obama, luego de que Ramos huyó de El Salvador para escapar de lo que dijo era una pareja abusiva. La separación de su madre durante 15 meses expone la frágil situación legal de los niños que están bajo el cuidado de la Oficina federal de Reasentamiento de Refugiados y a un sistema irregular y con fallas que puede cambiar el curso de la vida de un niño.

Un juez de una corte rural cerca del Lago Michigan tardó 28 minutos en conceder a los padres de acogida de Alexa, Sherri y Kory Barr, su tutela temporal. La madre de la pequeña y su abogado de inmigración no fueron ni siquiera notificados del proceso.

Basándose en su experiencia con Alexa, los Barr se habían convencido de que Ramos era una mala madre y de que la niña sufriría abusos si regresaba con ella.

“Mi esposa y yo estamos enfermos por eso”, dijo Kory Barr al juez que accedió a su pedido dos días después de Navidad.

En el caso de Alexa, la presión del gobierno salvadoreño, de defensores de menores y una serie de videos virales de Ramos publicados en Facebook en los que expresaba su amor por la niña ayudaron a la reunificación.

Un mes después de que los Barr obtuvieron la tutela de Alexa, el Departamento de Justicia ejerció una fuerte presión sobre el tribunal de Michigan.

“Los Barr obtuvieron la orden de custodia temporal en violación de la ley federal”, argumentaron los fiscales a principios de 2017.

Ahora, de regreso con su madre en El Salvador desde hace más de un año, Alexa ha vuelto a aprender el español que olvidó y a forjar una relación con su madre y sus hermanos. Cuando quiere atención, susurra al oído de su madre y suele colocar sus pequeños brazos en torno a la cintura y el cuello de Ramos.

De vez en cuando, Ramos permite que Alexa hable con los Barr, que también quieren a la pequeña.

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