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DEMASIADO JOVEN?

Anónimo.

La bebida provocó tantas dificultades en mi familia que me prometí que nunca debería alcohol. Mis padres no se llevaban bien. Siempre se estaban peleando y nosotros, los hijos, estábamos siempre asustados. Yo rezaba para que ellos dejarán de beber y de pelearse, pero nunca lo hicieron.
     Cuando tenía 11 años, se me murió mi madre y me enviaron a vivir con mi abuela. No se permitía beber en su casa. Ella era muy estricta y religiosa, pero esto no me molestaba a mí. Me gustaba estar en un lugar tranquilo y seguro.
     Una prima mia, de casi la misma edad que yo, vivía también con mi abuela. Tenía muchos amigos y me dejaban salir con ellos. Recuerdo que una vez, después de las clases, estábamos en la casa de un muchacho y él sacó unas cervezas de la nevera.  Yo estaba asustada pero me la tomé de un trago, parar dar la impresión de que sabía lo que estaba haciendo. Para mi gran sorpresa me gustó.
     Empecé a sentirme en las nubes - todos mis compañeros de estaban riendo y bailando. Me sentía de maravilla y no tenía el menor recuerdo de haberme sentido mal antes de beber. De allí en adelante, mi prima y Yo pasábamos casi todos los días en la casa de ese muchacho bebiendo cerveza.
     Las cosas empezaron a cambiar cuando mi abuela consiguió un trabajo y nos exigió que volvieramos a casa después de salir de la escuela para cuidar de los primos pequeños. Hacía un año que me emborrachaba todos los días, pero no había cerveza en la casa de mi abuela. No lo podía aguantar. Me puse muy nerviosa y me enojé con los pequeños. Un día mi prima se tipo con un vecino en la calle y le convenció de darnos una botella grande de cerveza. La terminamos. Y tuve aquel día una Laguna mental.No podía acordarme de lo que pasó, pero acabé sin saber en dónde estaba uno de los pequeños. Cuando volví en mí, vi que afuera de la casa había una patrulla y mi amigo abuela me estaba gritando por no cuidar de mi primo. Él tenía ocho años de edad y no lo podíamos encontrar. 
     Al finalel niño se presentó en buena condición, pero eso me dio un gran susto. También me sentía furiosa - no era justo que tuviera que cuidar a los niños después de la escuela. Quería con mis amigos bebiendo cerveza.
     A partir de eso me sentía siempre airada. Dos veces tuve que repetir el un curso y empecé a tener peleas con mi prima.
      Cuando tenía 13 anos, me escapé de la casa de mi abuela con la esperanza de encontrar a una de mis hermanas. Nunca la encontré pero encontré a personas con quienes pasar el tiempo. Aprendí a beber bebidas fuertes y tuve también mis primeras experiencias con las píldoras. De estos dos años difícilmente puedo acordarme. Viví en varias casas y una vez, un coche estacionado me sirvió de hogar una semana. Vivía con todo tipo de gente, bebía hasta perder el conocimiento y cuando lo recobraba me sentía tan asustada que quería matarme a mí misma. Ya sé la suerte que tuve que nadie me matara.
     Un día desperté con una terrible resaca y, a punto debeberme una cerveza para tranquilizarme, vi en la primera página del periódico que estaba en la mesa que la fecha era el 5 de mayo. El día de mi cumpleaños: cumplía 15 años. Me puse a llorar y no pude parar. Me bebí la cerveza y me sentí mejor pero seguí llorando. Pensé en todo lo que había echo después de escaparme de cada. No sabía que había una salida. Incluso me olvide que era el día de mi cumpleaños. Ese día no paré de beber pero mi forma de pensar empezó a cambiar. Empecé a creer que mi vida tal ves sería mejor si dejará de beber. Pero no sabía cómo dejar de beber, ni lo que haría si lo dejara.
     Un par de semanas más tarde, tuve un accidente de automóvil con algunos de los muchachos con quienes vivía. No recuerdo que me llevarán a la sala de emergencias. Cuando desperté tenía las dos piernas escayoladas. Una de las enfermeras me dijo que yo estaba muy borracha cuando me trajeron y que era muy afortunada de estar viva. También me dijo: " tal ves no estarías aquí si no bebieras".
     Una mujer vino a visitarme aquella noche y me dijo que ella solía tener muchos accidentes en estado de embriaguez. Me dijo que tenía una enfermedad llamada alcoholismo y que había una reunión de A.A. en el hospital, una reunión para gente que tenía problemas con la bebida.
     Quería escaparme de aquel pabellón del hospital, así que fui a la reunión. Un hombre que aparentaba tener unos 30 años, me preguntó "cuantos años tienes?" y cuando le dije " quince" , casi no pude contener las lágrimas. Este hombre me dijo que había sido miembro de A.A. desde que era un adolescente y que esto era lo mejor que había echo por sí mismo. Un par de personas más mayores contaron sus experiencias, pero de vez en cuando me parecía que estaban hablando de mí. Después de la reunión, una señora me preguntó donde vivía y le dije " en ninguna parte". Se quedó conmigo mientras yo llamaba a mi abuela.
     Era la primera vez que hablaba con mi abuela desde hacia un par de años y ella me dijo que había estado rezando por que no me hubiera pasado nada malo. Me dijo que podría volver siempre que no bebiera, y le dije que lo intentaría. Salí con muletas del hospital y con el número de teléfono de un miembro de A.A. Ella me dijo que debería llamar tan pronto como llegará a casa.
     Eso fue el comienzo de mi mejoría y ocurrió hace cuatro años. Los miembros de A.A. Solían recogerme y llevarme a las reuniones con ellos. Cuanto más escuchaba más me daba cuenta de que mi problema era que tenía una enfermedad: alcoholismo. Y vi que tal vez podría hacer algo al respecto - como por ejemplo, no tomarme el primer trago, hoy.pasado un par de semanas, empecé a conocer a más adolescentes miembros de A.A., y eso me ayudó mucho: a mantenerme sobria con gente como yo estaban tratando de arreglárselas, sobrios. 
     Voy a muchas reuniones de A.A. y estar sobria es la cosa más importante de mi vida. Porque si no estoy sobria , no tengo nada - ni amigos, ni un lugar donde vivir, ni un diploma de la escuela secundaria, ni nada que esperar. Y sobria ahora, hace cuatro años que no se me ha olvidado mi propio cumpleaños.

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