¿Es irresoluble el problema de la frontera?

Por Raoul Lowery Contreras

2023 fue un gran año para cientos de miles de migrantes de todo el mundo que descendieron a la frontera entre Estados Unidos y México para ingresar a los Estados Unidos de América.

Fue terrible para los 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que se ven abrumados por cientos de miles de personas que cruzan la frontera ilegalmente y luego buscan agentes de la Patrulla Fronteriza a quienes entregarse para poder pedir asilo.

En el orden jerárquico, la culpa última del enorme problema de los que cruzan ilegalmente la frontera no es la Patrulla Fronteriza, que tradicionalmente ha sido mala en su trabajo. No, la culpa final recae en la mayoría de los congresistas con educación universitaria. La Constitución exige que hagan inmigración.

Compartir la culpa debe ser el Presidente de los Estados Unidos quien, en este caso, aparentemente nunca supo que “el Presidente propone, el Congreso dispone”.

Tenga en cuenta: la culpa no es sólo de Joe Biden. Donald Trump agravó el problema con sus inútiles esfuerzos por construir un “hermoso muro” que México “pagaría”. Nunca detuvo a los que cruzaban la frontera ilegalmente. Lo único que hizo fue agravar el problema al obligar a los inmigrantes a “esperar” en el lado mexicano de la frontera para solicitar asilo, mientras violaba la ley federal al separar a los niños de sus familias. No estaba solo.

El presidente “deportador en jefe”, Barack Obama, en realidad deportó a más personas que Trump. También dividió familias en la frontera antes de Trump. Lo único bueno que Obama hizo en materia de inmigración fue crear el programa “Dreamer” que otorgaba “libertad condicional” a personas traídas a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños. Obama emitió permisos de trabajo a “Dreamers” calificados para que pudieran trabajar y/o asistir a la escuela y la universidad mientras se procesaba su estatus legal.

Ese esfuerzo cuenta con el apoyo de una gran mayoría de estadounidenses, incluidos los republicanos. Lamentablemente no contó con el apoyo enérgico del presidente Obama, su creador. La Cámara apoyó el proyecto de ley Dreamer, pero no obtuvo la aprobación del Senado por parte de cinco senadores del Partido Demócrata que votaron en contra. 55 votos a favor, incluidos los republicanos, cinco menos, cinco demócratas menos.

Obama y el senador Harry Reid, quien desde hace mucho tiempo odia a los mexicanos de Nevada, no hicieron nada para llevar a esos cinco senadores a la columna del sí que habría convertido el programa Dreamer en ley. No hicieron nada.

Reid se retiró del Senado y murió. Obama está retirado -según la Constitución- y nunca habla de sus defectos como presidente, como organizar y luego abandonar el programa "Dreamer". El joven Joe Biden, 20 meses menor que yo, no parece tener la energía para impulsar el programa Dreamer, manejar la frontera o pedirle al presidente de México que se reúna con él en la frontera para organizar algo que resuelva la crisis fronteriza. .

En el otro lado de la ecuación política, en Estados Unidos, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, parece demasiado estúpido para hablar de la frontera. Sus esfuerzos en el tema están ahuyentando a los mexicanos de Florida. Huyen de trabajos agrícolas en Florida porque DeSantis firmó leyes que encarcelarían a sacerdotes católicos por conducir a un mexicano enfermo.ilegal a un hospital. Como todos los mexicanos se parecen a DeSantis…

El candidato republicano “presidencial” Vivek Ramaswammy es más tonto que DeSantis, por lo que no sale nada inteligente de él sobre la situación de los inmigrantes. Me pregunto si sabe que a su pueblo se le prohibió emigrar a Estados Unidos debido a su raza hasta 1952.

criscristian no sobrevivirá a las primarias de New Hampshire.

En cuanto a Nikki Halley, podría hacer algo bueno. Después de todo, ella es mucho más inteligente que Biden, DeSantis y Ramaswammy juntos; es más, tiene más coraje (más agallas) que todos ellos juntos. Prueba de ello es que no hay bandera confederada en la sede del gobierno de Carolina del Sur.

Eso deja a Donald J. Trump y 44 cargos penales separados presentados por Estados Unidos en su contra más 47 cargos penales estatales en Nueva York y Georgia. Está demasiado ocupado defendiéndose de la prisión como para preocuparse realmente por los que cruzan ilegalmente la frontera.

Están cometiendo delitos menores mientras Trump lucha contra cargos por delitos graves y largas penas de prisión. 

Contreras es un veterano de la Marina de los EE. UU., autor, escribe editoriales para periódicos y revistas y presenta el Informe Contreras en YouTube.