Fanáticos del fútbol argentino lloran por el superhéroe Diego Maradona

Buenos Aires, Argentina (AP) — Los atónitos fanáticos del fútbol argentino se buscaron el miércoles pasado para llorar la muerte de Diego Maradona, reunidos por cientos en lugares vinculados a la vida del legendario jugador.

Se reunieron frente a la humilde casa donde nació y se crió en el barrio de Villa Fiorito. Fueron al estadio de Argentinos Juniors, donde se inició como futbolista profesional en 1976. Estuvieron en el histórico estadio La Bombonera de su querido Boca Juniors. Más estaban en la sede de Gimnasia La Plata, el equipo que entrenaba.

“Me conmueve. No puedo entenderlo, no puedo ver la realidad. Diego nunca morirá, hoy es el nacimiento del mito de Maradona”, dijo Dante López, médico que acudió al estadio Argentinos Juniors, que lleva el nombre del querido jugador.

Los fanáticos colocaron velas y flores a lo largo de la pared alrededor del campo.

“Diego era la Argentina en el mundo. Nos dio alegría y nunca podremos devolverle tanta alegría”, dijo el presidente argentino Alberto Fernández, quien emitió un decreto por tres días de duelo nacional y ofreció el palacio presidencial para el funeral.

Mariano Jeijer se sentó con su esposa y su bebé en un automóvil pequeño cerca del estadio de Boca Juniors. Dijo que no quería estar triste en casa.

“Diego es un símbolo de ser argentino. Es alguien que nos hizo muy felices”, dijo Jeijer.

Jejier dijo que su devoción por Maradona está justificada por los dos goles que anotó contra Inglaterra en la victoria de Argentina por 2-1 en los cuartos de final del Mundial de 1986. Muchos fanáticos argentinos vieron ese juego como una retribución por la guerra de las Malvinas cuatro años antes, en la que Gran Bretaña derrotó a Argentina.

“El momento más feliz fue el primer gol ante los ingleses. Tenía 12 años. Gritaba como si estuviera loco. Ni siquiera recuerdo el segundo”, dijo.

Cerca de allí, Patricia Sánchez dijo que Maradona “era como un padre y nosotros éramos sus hijos”. Ella estaba con su hijo Ángel, quien vestía un abrigo azul y amarillo de Boca Juniors. Maradona jugó para Boca Juniors en 1981 antes de mudarse a Barcelona, luego regresó allí para retirarse como jugador en 1997.

No hubo lágrimas, solo celebración en Villa Fiorito, donde Maradona aprendió a jugar al fútbol en canchas embarradas.

“Olé, olé, Diego, Diego”, cantaron los vecinos frente a la casa de la calle Azamor donde vivía Maradona hasta que Argentinos Juniors le compró una mejor. “Diego es el más grande, es un orgullo nacional”, corearon los aficionados.

Aunque la propiedad ya no pertenece a la familia de Maradona, los vecinos comenzaron a pintar un mural de su ídolo en una pared.

Mariela Córdoba dijo que no terminó el almuerzo después de enterarse de su muerte por un infarto.

“El hambre se fue y todos vinimos aquí”, dijo. “Vinimos a ayudar con el muro porque somos vecinos de la vida de Maradona. La gente aquí está orgullosa. Pueden decir que Maradona vivió aquí ”.

En la sede de Gimnasia La Plata, donde Maradona se convirtió en entrenador en septiembre de 2019, muchos aficionados lloraron en las gradas. Hizo su última aparición allí en un juego el 30 de octubre, en el que cumplió 60 años.

“Mantendremos esa sonrisa y el escudo más hermoso en tu pecho”, dijo el club en Twitter. “Vivimos una historia inolvidable